Si él quiere, te hará la conversa.
Tú llama, porque es por una tarea, ¿no? (lo primero es logarar que tú mismo lo creas) ¿Para qué están los amigos, entonces, sino es para ayudar? (luego, hacer que el mundo lo crea) Tú llámale y pregúntale por la tarea, si él quiere hablarte, te hará la conversa. (el sentimiento tiene que ser mutuo, pues)
Y temblando llamé (reconozco ya mis latidos) y fue un "uhmm, sí, pasa que la tarea esta dice que no sé y no sé qué tanto más, a ver si tú.. " y "¡claro!, eso" y, entonces, yo veía que la excusa de la bendita tarea se me iba agotando (porque nada dura para siempre, los pies siempre en la tierra) y era una pena inmensa la que sentía por dentro pues el chico sólo hablabas de eso y era aceptar la derrota, (porque no es tampoco forzar las cosas) un "bueno, lo de la tarea ya está, despídete" y yo ya estaba empezando la despedida (siempre tan larga, hay cosas que nunca cambian) cuando aquella frase, la más divina que he podido escuchar después de tanto tiempo (porque no era el primero, pero la emoción igual; y eso es lo que vale, una y otra vez. el amor despés del amor), entró por mi oreja (y causó caos adentro) : "y tú, ¿cómo estás?" -yo no pude creerlo (si él quiere, te hará la conversa)
Tú llama, porque es por una tarea, ¿no? (lo primero es logarar que tú mismo lo creas) ¿Para qué están los amigos, entonces, sino es para ayudar? (luego, hacer que el mundo lo crea) Tú llámale y pregúntale por la tarea, si él quiere hablarte, te hará la conversa. (el sentimiento tiene que ser mutuo, pues)
Y temblando llamé (reconozco ya mis latidos) y fue un "uhmm, sí, pasa que la tarea esta dice que no sé y no sé qué tanto más, a ver si tú.. " y "¡claro!, eso" y, entonces, yo veía que la excusa de la bendita tarea se me iba agotando (porque nada dura para siempre, los pies siempre en la tierra) y era una pena inmensa la que sentía por dentro pues el chico sólo hablabas de eso y era aceptar la derrota, (porque no es tampoco forzar las cosas) un "bueno, lo de la tarea ya está, despídete" y yo ya estaba empezando la despedida (siempre tan larga, hay cosas que nunca cambian) cuando aquella frase, la más divina que he podido escuchar después de tanto tiempo (porque no era el primero, pero la emoción igual; y eso es lo que vale, una y otra vez. el amor despés del amor), entró por mi oreja (y causó caos adentro) : "y tú, ¿cómo estás?" -yo no pude creerlo (si él quiere, te hará la conversa)
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